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Como ya sabrás, invertir en dividendos es una estrategia que utilizan muchos inversores para recibir periódicamente unos ingresos. Sin embargo, a diferencia de los dividendos tradicionales, donde recibimos un importe determinado en efectivo (una vez descontada la retención correspondiente), en los Dividendos Opción el cliente puede elegir entre 3 posibilidades:

• Opción 1: Recibir nuevas acciones de forma gratuita. Funcionaría como una ampliación de capital liberada, por el importe equivalente al dividendo. En este caso, no hay retención fiscal.  Más adelante, cuando se vendan las acciones en el mercado, se tributará si hay plusvalías. Con la ampliación liberada se reduce el coste medio de compra, ya que las acciones recibidas figurarán con un precio medio de 0€.
• Opción 2: Cobro en efectivo del importe de los derechos. En este caso, se  cobra el dividendo en metálico, una vez deducida la retención fiscal. Lo que harías aquí es vender a la compañía que te abona el dividendo los derechos de suscripción gratuita que te correspondan, por un importe fijo.
• Opción 3: Vender los derechos de suscripción gratuita  asignados en bolsa. Esta opción está vigente mientras dura su periodo de cotización. El valor en metálico a percibir es el equivalente a la cotización de dichos derechos en el momento de la venta. Aquí tampoco habrá retención fiscal.

En el caso de que hayas prestado tus acciones, como sabes, sigues siendo el propietario último de los mismos y Self Bank te garantiza que tendrás los derechos que te corresponden. Pero para entregarte esos derechos tendremos que acudir al mercado a comprarlos y, por lo tanto, perderás la posibilidad de acudir a la Opción 2: Cobro en efectivo del importe de los derechos. Solo podrás vender los derechos en el mercado o acudir a la ampliación de capital liberada.